“El principal daño que causa el arroz rojo (mechudo, patimorado) es que se reduce los rendimientos entre un 40% y un 50%. Sólo para mencionar un dato, los costos de producción de arroz en el Norte del Tolima están cerca de los $4’500.000/ha (US$2.400), de los cuales aproximadamente $880.000 (US$470) corresponden al manejo del arroz rojo”, señala el Ingeniero Agrónomo Luis Eduardo Castellanos, Gerente de Producción de Cultivos de Su campo, un distribuidor de insumos que siembra 2.500 ha/semestre de arroz en el Tolima.Para el Ingeniero Agrónomo Alejandro Palau, Gerente de Inversiones Agropecuarias Doima S.A., propietaria de la Hacienda ‘El Escobal’ ubicada en la Meseta de Ibagué, Tolima, y dedicada a la producción de arroz, “la presencia de malezas es una de las principales dificultades que tenemos en la producción de arroz. Hay muy buenos productos químicos para controlarlas, pero lo que sí es un problema es el arroz rojo, ya que no había productos eficientes para combatirlo. Tocaba quemar el arroz rojo al principio y si luego salía, ahí se quedaba. Lo manejábamos agronómicamente mediante la rotación”.
BASF desarrolló de un sistema de producción de arroz denominado Clearfield®, que consiste en variedades tolerantes a herbicidas, herbicidas (Imidazolinonas), y la implementación de un programa de custodia apoyado en un paquete tecnológico para mejorar practicas agronómicas del cultivo, denominado ‘Programa Buen Arroz”, que le permiten al arrocero producir en forma competitiva en terrenos de altas infestaciones de arroz rojo o de arroces contaminantes.
En opinión de Carlos José Homez, Gerente de la Cooperativa Serviarroz, que reúne agricultores tecnificados de la Meseta de Ibagué, Tolima, que siembran 18.000 has., “el arroz rojo es el invitado no deseado para nadie, erradicarlo sería para los agricultores una tabla de salvación. Ahora que llegó el Clearfield, los comentarios de los agricultores son que gracias a este sistema el arrocero se ha podido recuperar. ¡Es un producto de etiqueta!”
Razón por la cual es necesaria una campaña educativa permanente dirigida a los agricultores para alternar los productos y así evitar la resistencia de las plagas a las nuevas tecnologías.
A su turno, el Ingeniero Palau considera que este producto fue la salvación para evitar la infestación de la finca con arroces rojos o varietales.
“Estas especies se reproducen rápidamente y se vuelven un problema para las cosechas siguientes. El sistema nos permitió reducir costos y trabajar la finca para producción de semilla, garantizamos que nuestra semilla certificada sea libre de rojo. La producción de arroz para semilla significa poder incrementar los precios entre un 12% y un 17%. Y esta es la mayor ventaja del sistema para nosotros”.El mayor beneficio del sistema es la limpieza de los campos infestados con arroces contaminantes, ya que no existían tecnologías para ello y se estima que su competencia reduce los rendimientos del arroz por lo menos en un 40%. Otro beneficio del sistema es el ahorro en tiempo, coinciden los entrevistados. Usando el sistema correctamente en 2 años se gana un ciclo. “El producto es una solución muy interesante porque el tiempo de preparación del lote se acorta a un solo mes o menos, dependiendo del estado del terreno, y podemos ahorrar entre 30 y 60 días. Utilizamos el sistema por dos razones: ahorro en tiempo y limpieza de la tierra de arroz rojo. La calidad del grano es mejor; mejor formado, más pesado, más lleno, con menor probabilidad de vaneamiento y menos impurezas”, agrega Luis Eduardo Castellanos.En la opinión de Carlos José Homez “el arroz rojo es uno de los principales problemas en la producción del arroz, que dificulta mucho el sistema productivo, el programa como tal me ha cautivado porque he visto sus beneficios: la limpieza de los lotes, mejoras en la producción (de 20% a 25%), sostenibilidad del sistema y el manejo integrado del cultivo”.
Los agricultores califican como valioso el ‘Programa Buen Arroz’ y el sistema de producción Clearfield, porque permiten mejorar el paquete tecnológico de producción de arroz, optimizar la eficiencia en el manejo del agua, racionalizar el uso de herbicidas, insecticidas y fertilizantes, reducir las cantidades de semilla y controlar de una manera eficiente en sus campos las infestaciones de arroz rojo.